Perversión: Capítulo 6

Capítulo 6


Markus estaba ahí,delante de ella como un hombre perdido que no sabía donde meterse. Cuando Alex se acercó,pensaba que se la iba a comer el lobo feroz. No podía creerse que ese hombre estuviese ahí delante,mirándola de una forma completamente diferente a la que estaba acostumbrada. Y tampoco podía creer que su padre la hubiese mandado directamente con el hombre que la ataba,la torturaba de mil formas posibles en la cama. 

-Así que... Tú ya lo sabías. - Alex se sentía incómoda,pero no se amedrentó cuando lo escuchó. Aunque si que dio un respingo. 

-Pues a decir verdad,no. Mi padre me pidió que acudiese a la cita y pensaba rechazar al hombre que estuviese de manera directa... -Murmuró.

-¿Me vas a rechazar,Alex?-Sus ojos penetraron en lo más profundo de su alma.

-Yo... Yo... -Tartamudeó sin saber que decir,pero respondió sinceramente.-No. No podría rechazarte aunque quisiera,porque tú vendrías a por mi... 

-¿Cómo estás tan segura de eso? -Dijo abriéndole la silla para que se sentase,aunque Alex se dio cuenta de que estaba algo nervioso.

-Porque aunque intente olvidarte,siempre vuelves como un huracán para arrasarlo todo... -Su sinceridad chocó en Markus. 

Esa cena,estaba siendo la más incómoda de su vida. ¿Cómo rechazar al hombre por el que había perdido la cabeza completamente? Imposible. Sus pensamientos la llevaban a pensar en un futuro juntos. ¿Realmente podría estar juntos? Después de todo,no solo eran amantes,también eran compañeros de trabajo y Markus había estado casado con una de sus compañeras. Si es que podía llamarla así. Se había odiado desde el pre-escolar y justamente habían acabado estudiando lo mismo y trabajando en el mismo sitio. Tras una cena bastante incómoda,Markus la acompañó a su apartamento. Apenas habían hablado desde que habían salido,pero la tensión les podía... Alex acabó empotrada en el rellano de su edificio con la falda subida y el pintalabios incoloro después de varios besos abrasadores. ¿Lo tenía que invitar a subir? A fin de cuentas,no era la primera vez que se acostaban,y no pretendía que fuera la última. Si en algún sitio funcionaban,sin lugar a dudas,era en la cama. Sin embargo,Markus se separó de ella cuando ambos estaban tan encendidos como una locomotora. 

-Buenas noches,Alexandra. Nos vemos en el trabajo. -Y dicho eso,se marchó. 

-¿Qué...? -No podía creérselo. ¿En serio? ¿Se había ido? 

Esa noche,no pudo dormir. Estaba tan caliente podrían cocinar sobre su cuerpo y la comida se quemaría. Ese hombre,había estado jugando con ella para luego dejarla así. No podía creérselo...

A la mañana siguiente,se levantó de la cama con cara de búho y se llevó su termo con café a la clínica. No había podido pegar ojo. A ese hombre no había quien lo entendiese. De pronto aparecía para volverla loca,como desaparecía para preocuparla por si la dejaba. Se metió en su despacho bostezando y justo cuando entró,pudo notar sus manos... Cálidas,fuertes,enormes,apretando su trasero a su enorme erección. Escuchó como la puerta se cerraba,pero las manos de Markus no se apartaban de ella. 

-¿Has podido dormir,preciosa? -Sus labios comenzaron a juguetear en su cuello,mientras sus manos comenzaban a bajar lentamente hacia su blusa e iba desabrochando botón a botón haciendo que fuese una tortura... 

-No he podido... pegar... ojo... -Dice entre gemidos. 

Sin embargo,justo cuando parecía que iba a empezar una de sus fantasías eróticas de hacerlo en el trabajo,alguien entró... 

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