Traición: Capítulo 1
Traición
Rin x Len x Miku
UA
Los personajes no me pertenecen, pero el argumento de la historia si. Si quieres publicarlo, siéntete libre de hacerlo, pero pon créditos
En proceso.
Rin x Len x Miku
UA
Los personajes no me pertenecen, pero el argumento de la historia si. Si quieres publicarlo, siéntete libre de hacerlo, pero pon créditos
En proceso.
Traición
Intuición:
Una
parte de ella lo había sabido desde siempre, pero quería creer que
simplemente eran pensamientos de una persona insegura, porque después
de todo jamás había sido una mujer muy segura. Honestamente cuando
él la llamó para hablar después de las clases, tan sólo pensó
que era para hablar sobre las clases, nunca se habría imaginado que
era para comenzar una relación. E incluso, cuando todas las señales
apuntaban a lo contrario, ella creyó fielmente en ellos.
Nunca
dudó de su amistad, de su lealtad ni del amor que sentían hacía
ella, por eso, aceptar lo que estaba ocurriendo era mucho peor que
aceptar que todo había comenzado mucho antes de que ella hubiera
dicho el “Si quiero”.
Capítulo
1:
Tenía
las manos sudadas y miraba sorprendida la fina carta blanca que
estaba en su taquilla. Una voz en su cabeza la mantenía alerta por
si el contenido de ésta le pudiera causar daños. Después de todo,
en sus veinte años de vida jamás había recibido una carta y si las
recibía era para ir a una junta o alguna broma infantil de sus
compañeros de facultad. Por lo que con la carta en las manos,
mojándola con su sudor y arrugándola miró a los lados, esperando
encontrarse a un corro de chicas riéndose o algún compañero
mirándola seriamente, como si lo que ella pudiera hacer le
importara. Cuando pasó su mirada clara por la sala no encontró a
nadie, por lo que la alerta se apagó. Relajó los hombros y la
abrió. Con una letra desordenada y un poco infantil le avisaban que
querían encontrarse con ella al finalizar las clases en la parte
trasera del edificio de la universidad. En el folio blanco no había
ningún nombre, pero conocía la letra de Len desde el día que lo
había conocido. Tenía una forma extraña de hacer las emes y cuando
puntuaba las íes se le escapaba el círculo infantil que siempre
hacía. Sonrió y pensó que quizás tenía problemas con alguna
asignatura. Después de todo, Len siempre había sido un chico muy
orgulloso por lo que jamás decía que tenía un problema. Se guardó
la carta en el bolso y salió para encontrarse con su mejor amigo
extrañamente idéntico a ella.
-
¿Qué necesitas ahora?- habló riéndose cuando lo encontró apoyado
en la pared, con expresión seria y las manos metidas en el bolsillo.
-
Necesito decirte algo.- murmuró con voz ronca y con la mirada gacha.
Ella
frunció el ceño y se quedó a unos pocos metros de él. Esa
sinceridad tan seria era algo extraño. Algo en su estómago se movió
pero no quiso darle importancia.
Espero
pacientemente a que él hablara e intentando que sus pensamientos no
invadieran su cerebro haciéndole viajar de una idea a otra. No
quería pensar nada, puesto que Len siempre había sido aquel amigo
intocable, puesto que habían crecido juntos y sabían los trapos
sucios del otro. Ese típico amigo que jamás pasaría de eso, de un
amigo. O eso pensaba ella…
Las
palabras de Len le hacían eco en la cabeza cuando volvía de su
casa. Estuvo tan aturdida que no pudo coger el coche, lo había
abandonado en el parking y cogido el bus. No se sentía capaz de
conducir en aquel estado de desconcierto. No podía creer que Len, su
Len se le hubiera declarado. Entre todas las opciones que podían
haber, jamás esa estuvo en su cerebro. Durante el trayecto hacia su
casa pensó que le estarían haciendo una broma, por lo que esperó
pacientemente a que alguien de sus amigos le dijera algo, pero nada.
En
ese estado de catatonía estuvo durante toda la semana. Len no la
presionaba para que respondiera y parecía que el resto de la clase
no sabía lo que él había dicho, por lo que comenzaba a creer que
sus sentimientos eran honestos. Sonrió para adentro al final de una
clase porque ya tenía la respuesta.
No
llevaban más que una semana juntos, pero tenía la necesidad de
gritar a todo el mundo su felicidad. Quería compartir su alegría
con las personas que más quería, y precisamente después de planear
el mejor cumpleaños de su vida, decidió informar a sus seres
queridos que Len y ella comenzaban una relación.
La
cena había transcurrido con calma, Len y ella se sentaban a cierta
distancia. Todavía no querían dar señales de que entre ellos había
algo. De mientras él hablaba animadamente con Miku, su mejor amiga y
también amiga de Len desde hacía poco tiempo. Mucho antes de que él
se le declarara ella había decidido presentarles, simplemente para
unir al rubio a sus días de parloteo. Miku estudiaba derecho, pero
había asistido al mismo instituto que ambos, pero por cuestiones de
grupos en el instituto Len terminó cambiando de clases y de amigos.
Nuevamente en la Universidad los tres se habían reunido, estudiando
lo mismo y para la alegría de los tres, en la misma clase. Así que
desde el primer día de clase los tres habían sido inseparables.
Precisamente por eso, que Len se le declarara se le hacía tan
extraño. Siempre había pensado que a él le gusta Miku,siempre
queriendo saber por ella, pero… al final había terminado ella en
su corazón. Sonrió sin ocultar su alegría cuando decidió que era
el momento.
-
Esto…- interrumpió la conversación que sus amigos estaban
teniendo.- Me gustaría decirles algo.
Tanto
Miku como los demás dejaron de comer y hablar para mirarla y
prestarle la atención a la cumpleañera. Ella volvió a sonreír y
miró a Len dándole la oportunidad de hablar. El observado se
levantó de la silla y se unió a su lado, cogiéndole la mano
notablemente y haciendo que sus amigos contuvieran la respiración.
-
Rin y yo estamos saliendo.
A
pesar de que quería ver la reacción de todos, sus ojos se posaron
en los de Len, que a su vez se posaban en los de Miku y que ella, tan
sólo bajaba la mirada ocultando algo en sus ojos, pero con una
sonrisa en los labios.
En
ese momento debió haber notado algo, pero su mente inocente tan sólo
pensó que estaría triste que la relación a tres se había acabado,
pero la verdad era mucho más dura que esa.
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