A través de tus manos
A través de tus manos
Protagonista: Anastasia Steels & Christian Grey (50 Sombras de Grey)
UA: No tiene relación con el libro.
En proceso
Canción: They don't know about us- Kevin Karla & La banda (Spanish version)
1. Entrevista:
Nunca
le habían explicado realmente que era tener una relación, tampoco
que era verse reflejada en los ojos de otra persona y conocer su
propio cuerpo a través de las manos del amado, y que querer
significaba también lastimar y ser lastimada... tantas cosas
importantes y que no pudo conocer hasta que lo vio a él. Quizás no
era el hombre más correcto para enseñarle del amor, quizás no era
el perfecto para diseñar su cuerpo con sus manos, pero fue quien
estuvo cuando toda aquella información comenzó a golpearla y a
sumirla en el caos y en el miedo...
Tenía
las manos sudadas cuando logró entrar al edificio, era consciente
que su aspecto no era el más adecuado para una entrevista de
trabajo, pero tampoco había podido encontrar algo de ropa más
acorde con esa cita, por lo que se había decantado por una falda de
tubo negra y una blusa de color rosa suave, un moño de secretaria y
maquillada lo menos posible; un brillo de labios y la línea de abajo
de los ojos. Antes de hablar con la secretaria que estaba sentada con
la espalda erguida, los ojos fijos en la pantalla y una expresión
bastante desagradable, se volvió a mirar al espejo, estiró la
camisa, la blusa y secó las manos con un pañuelo. Tragó saliva,
tomó una gran bocanada de aire y se dispuso a hablar con la mujer.
Ésta al verla, apartó los ojos una milesima de segundo de la
pantalla, para esperar a que hablara, con la voz un poco ronca
comentó que tenía una reunión con el Señor Grey a las diez de la
mañana, la mujer, dejó de teclear y miró una agenda que tenía al
lado de una taza de café humeante. Al ver el café se relamió los
labios nerviosa, con los nervios ni se había preparado el desayuno,
por lo que temía desfallecer en la entrevista. La secretaria habló
después de unos segundos en silencio, le pidió que se sentara un
minuto y que luego le entrarían a la sala, ella tan solo aceptó y
agradeció con un leve asentimiento en la cabeza. Al sentarse,
recordó todas los tips que había leído para una correcta
entrevista de trabajo: Sentarse recta, pero sin parecer tensa.
Sonreír siempre, mostrarse tranquila. Las manos donde se pudieran
ver, y evitar cualquier tipo de tic nervioso.
Repasando
las cosas estuvo un largo rato, o eso le pareció, cuando la
secretaria le avisó que podía entrar. Se levantó algo intranquila
y entró a la puerta que le indicaron; una grande con una enorme G
grabada en el cristal tintado. Tomo aire y tocó la puerta con los
nudillos, escuchó un gruñido y entró...
Posiblemente
si le hubiera sabido de todo lo que le iba a pasar después de esa
entrevista... no se habría tomado todas las molestias para preparar
ese encuentro...
Un
hombre alto, cabello cobrizo desordenado, piel clara y facciones
serias la miraba fijamente, escrutando cada parte de su cuerpo y
analizando todas las reacciones que provocaba su inquisidora mirada.
Espero paciente a que el hombre le invitara a sentar, por lo que de
pie cerca de la puerta se quedó bastante rato, hasta que sin emitir
ni un sonido éste estiró la mano ofreciéndole un asiento delante
de su enorme escritorio de caoba marrón, con un ordenador y montañas
de papeles. A pesar de que ese escritorio podría ser un caos, tenía
todos sus pertenencias bien alineadas y colocadas. Le sorprendió
gratamente ver algo así, creía que los hombres eran desordenados de
nacimiento. Rió para sus adentros alegre, ya tenía una buena
impresión de él, además de ser obscenamente atractivo.
- Señorita Steels...- habló con voz ronca y aterciopelada. Ella le miró a los ojos, algo que se arrepintió tremendamente, porque se vio perdida en esos ojos grises que en silencio le pedían ayuda.- ¿Ocurre algo?- preguntó ligeramente incómodo al notar su mirada inquisitoria.
- ¿Eh? ¡Ah no!- apartó la mirada tan rápido como su corazón y reflejos le permitió, se agarró las manos en el regazo y espero a que el Señor Grey volviera a hablar.
- Bien, Señorita Steels...- pensó que el hombre disfrutaba secretamente de pronunciar su apellido, como si aquello le diera poder. En cierto modo se sintió un mueble siendo embadurnado de barniz. Alejó esos pensamientos para concentrarse en la voz de quien, si todo iba bien, sería su futuro jefe.- ¿Por qué está interesada en trabajar con nosotros?
Esa
pregunta fue el empujón para que dejara los nervios de lado, soltara
sus manos y volviera a mirarle a los ojos, evadiendo la atracción
casi magnética que sentía. Le habló con seguridad sobre sus metas,
sus sueños e intereses, además de comentarle que había estudiado
acerca los proyectos de la empresa y que estaba dispuesta a ofrecer
su tiempo en llevarlos a cabo.
Mientras
hablaba, podía escuchar a Katherine, su mejor amiga guapa e
inteligente y con carácter, que no se expusiera tanto, que no se
viera como un animal en busca de hogar. Dibujo una sonrisa
inconsciente al sentir el eco de su voz en su cerebro, pero omitiendo
tener alguna respuesta. Al terminar de hablar, dar su opinión y
demás, contesto a unas cuantas preguntas y cuando el Señor Grey le
pidió que abandonara la sala por el fin de la entrevista, supo por
el brillo de sus ojos que tenía la entrevista ganada...
Sonrió
triunfal y salió de la sala, con la cabeza alta y teniendo la
extraña seguridad, que tendría una relación mucho más cercana con
ese hombre de lo que quería...
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