Las dos caras de Christian - FINAL

ADVERTENCIA: Este relato puede contener escenas sexuales explícitas. (+18)


Su mano sujetaba fuertemente la mía,aunque estaba aterrada,sabía que Christian no me haría daño. La diosa que llevaba dentro gritaba de emoción y se había puesto sus mejores galas. Ahí estaba,delante de la puerta de la habitación dispuesta a jugar...


-Ya sabes lo que tienes que hacer. -Ya no es Christian. Es el amo el que habla.
-Si,señor. -Me tiemblan las rodillas,pero esto era lo que yo estaba deseando. Me arrodillo a lado de la puerta en la posición que él me ha enseñado. Miro al suelo,ya que no me deja mirarle sin permiso. Estoy terriblemente excitada.¿Qué usará? ¿El látigo trenzado? ¿Las bolas? ¿Me atará? 
-Anastasia,mírame. -Dice seco,pero con ese tono tan burlón que usa siempre que estamos jugando. Levanto la vista,pero no digo nada. No quiero que me castigue. -Levántate y ponte sobre la cama. 

Hago lo que me dice. De sus ojos salen chispas,está tan o mas excitado que yo. Necesita esto,necesita saber que yo nunca le dejaré. Me estremezco cuando siento sus manos rozándome el cuello. Suelto un gemido,pero eso me puede costar caro... Me coloca la corbata gris en los ojos,no puedo ver nada. Siento como me agarra las muñecas y me las ata sobre la cabeza. Después sigue con las piernas. Me las separa tanto que creo que voy a gritar,pero no siento vergüenza con él,todo es excitante,nuevo. Sus manos cálidas las agarran firmemente y siento unas cuerdas que me aprietan los tobillos,pero no me hacen daño,aunque no me puedo mover o me tiran muy fuerte. No quiere que me mueva,me quiere solo a su merced...

-Ana...-Me susurra al oído,su voz ahora suena grave. Llena de deseo.
-Si,señor... 
-Vas a escuchar un sonido fuerte,pero no te va a doler. ¿Lo entiendes? 
-Si,señor.-Digo intentando contener un gemido. Sus manos van acariciando mis piernas a medida que me habla. 
-Voy a poner música. -Sé que no espera respuesta y me quedo callada. 

Escucho como sus pasos llegan donde están las fustas,cada vez estoy mas excitada. La música comienza a sonar,es relajan,una voz de una mujer muy dulce... Creo que habla italiano,pero ahora mismo ya no puedo pensar,las manos de Christian vuelven a tocarme. Contengo el aliento,siento como algo de cuero va rozándome las piernas y va pasando por mi sexo. De pronto y sin previo aviso,un azote en la entrepierna. Pica,pero no duele... Poco a poco la sensación de escozor se van convirtiendo en algo mas placentero,me arde. Se escuchan mas latigazos,entre las piernas,por la parte interna del muslo. Estoy terriblemente excitada. Cada latigazo va acompañado de una caricia de Christian. No puedo evitar gemir,lo necesito dentro ahora.

-Christian... Por favor...-Gimo suplicándole. 
-Dime lo que quieres,Ana. Dímelo. -Su voz ronca cada vez se nota mas feroz. Se pone sobre mi y mientras se apodera de mi boca sus dedos entran en mi. Los mueve con rapidez y siento que voy a explotar,pero... -No,Ana... Aun no. -Me siento frustrada,pero es tan excitante.
-Christian,ahora,por favor...-Mi tono es casi lloroso,estoy ardiendo,me quema absolutamente todo.- Te necesito... 
-¿Qué has dicho,Ana? -Suena como aturdido.-¿Me necesitas? ¿Porqué? 
-Porque te quiero...-Respondo. Aunque en ese momento solo esté pensando en como va a poseerme. Le escucho decir algo,pero no lo entiendo,aunque parece un gruñido. Saca sus dedos de mi interior y me quejo. 

Escucho algo caer al suelo,¿sus vaqueros? De pronto siento como entra en mi,de una forma totalmente bruta y posesiva,pero aunque es bruto,no puedo evitar gemir. Es una sensación extraña,siento un dolor placentero,sale y entra de mi de forma bruta,mientras mis labios lo buscan con desesperación. No puedo moverme y eso es una tortura. Quiero tocarle,pero no puedo verle. Solo sentirle dentro y sentir su respiración acelerada en mi cuello. Y ahí llega,otra vez...

-¡Christian! -Grito su nombre volviendo a llegar a éxtasis entre sus brazos. 
-Oh,Ana... -Su gemido es mas fuerte que el mío. Su tensión se ha ido...

La venda de mis ojos desaparece. Y con ella las cuerdas que me sujetaban de pies y manos. Christian me mira fijamente,pero no sé muy bien como describir esa mirada. Parece un niño perdido,buscando algo,¿pero qué? Impulsivamente,me acerco y le cojo la cara con las dos manos,su mirada se vuelve oscura,de rechazo. 

-Christian,no. -Lo agarro mas fuerte,cuando veo que tiene intención de apartarse. 
-Ana... -Me sigue mirando fijamente. 
-¿Porqué me amas? -Me pregunta casi sin voz. Parece que va a llorar. No me lo creo. Lo miro fijamente como si no pudiese creerme su pregunta. -Ana,responde. ¿Porqué me amas? 
-¿Porqué me amas tú a mi? -Le respondo algo temblorosa,pero sigo sin soltarle,lo hago mirarme cuando siento como intenta girarme la cara.
-No lo sé... Cambiaste algo dentro de mi. Me quisiste así,con mis cincuenta sombras y las hiciste desaparecer,pero ahora... 
-Ahora todo sigue igual,Christian. Nada a cambiado. Sigues siendo el mismo hombre del que me enamoré. Esto...-Le acaricio la cicatriz de la cara y luego se la beso lentamente.- Es solo una marca física,pero por dentro,sigues siendo el mismo. -Siento como se estremece cuando le beso. La misma reacción que tuvo cuando le besé las cicatrices de la espalda y el pecho,pero no me importa. 
-Te amo,Anastasia...-De pronto algo insólito,Christian rompe a llorar y me abraza fuerte. -No te vayas...

Puedo sentir como su corazón late violentamente,mientras sus brazos rodean contra su pecho. Una sombra que había intentado entrar en él,pero esta vez,no había podido... Nunca sabemos lo que nos deparará el futuro. Solo sé que Christian,es el hombre de mi vida a pesar de sus sombras o sus luces. Es,mi Christian...



FIN



Comentarios

Entradas populares de este blog

Come Back!

Buscando al hombre perfecto. Cap.1

La enfermedad del "amor": Capítulo 2